 En cada lugar del mundo, cuando muere una persona la despiden de acuerdo a sus costumbres y creencias, que estarán sujetas a la cultura de cada religión, etnia o comunidad.
No obstante, algunos de los rituales funerarios que se llevan a cabo en algunos países pueden resultar de lo más curiosos ante nuestros ojos, como es el caso de los que vamos a explicarte a continuación.
Ritual funerario de la tribu Yanomami
En algunos países de América del Sur, como es el caso de Brasil y Venezuela, habitan miembros de la tribu indígena conocida como Yanomami en el propio Amazonas. En esta tribu tienen la costumbre de que, cuando fallece un familiar, se anuncia su muerte al resto de los miembros de la comunidad a través de gritos y lamentos que transmiten rabia.
Posteriormente, se convoca a toda la tribu al ritual funerario, que consistirá en incinerar el cuerpo de la persona fallecida hasta que se consuma por completo, ya que los Yanomami tienen la creencia de que a los muertos los espíritus malignos les arrebatan la vida. Una vez han quemado el cuerpo del fallecido, los familiares del mismo guardan las cenizas durante todo un año desde que muere, consumiéndolas en una sopa al final de este periodo, como forma de transportar el alma del familiar que ya no está hasta lo que ellos consideran el paraíso.
Ritual funerario del Tíbet
Los tibetanos pertenecen a la religión budista y, como tal, no creen en la resurrección sino en la reencarnación y la vida eterna. Piensan que el cuerpo humano no es más que un recipiente y, por tanto, cuando una persona fallece, ofrecen su cuerpo a los “daikinis”, que signfica “ángeles que bailan entre las nubes” y que para nosotros no son más que buitres.
El ritual funerario tibetano consiste en que un sacerdote realice cortes al cuerpo del fallecido en presencia de sus familiares y en golpear el cráneo del mismo para abrirlo, de manera que los buitres tengan más fácil devorar el cadáver y elevarlo hasta el cielo completando, así, el ciclo de la vida en el que los tibetanos creen.
Ritual funerario hindú
El hinduismo cree en la reencarnación, por lo que, de igual manera que sucede con los tibetanos, para ellos el cuerpo humano es sólo temporal. Cuando un hindú muere, la primera acción que se realiza es cerrarle la boca y los ojos, además de enderezar sus brazos y colocar una lámpara de aceite próxima al cuerpo para que le alumbre durante tres días completos.
Tras bañar el cuerpo con agua del río Ganges, perfumarlo y vestirlo con ropas de gala, se colocará mirando hacia el sur, que es considerado el camino que sigue la muerte y sobre un armazón de madera que deberá estar cubierta de flores. Gracias a la información brindada por esta web especializada en arte floral funerario, sabemos que las flores tienen una importancia vital en los ritos funerarios hindúes.
Además, durante los primeros días tras la cremación del cuerpo, los familiares varones no podrán afeitarse ni cortarse el pelo y las mujeres no podrán lavarse el cabello. Ninguno de los familiares podrá acudir a lugares sagrados, como templos, ya que se considera que, durante los primeros días tras la muerte de una persona, los familiares están impuros. Será en el décimo día cuando procederán a lavarse el pelo, cortárselo y afeitarse, momento conocido como Dasai.
Ritual funerario de la tribu Danl
La tribu indígena Danl pertenece a Papúa, la parte occidental de Nueva Guinea. El ritual funerario que se sigue en esta tribu indígena cuando un familiar muere es verdaderamente curioso, ya que consiste en expresar el dolor de la familia cortando parte de los dedos de las manos.
El ritual es llevado a cabo por un sacerdote, que será quien se encargará de decidir el número de extremidades que se deberá cortar a los familiares presentes en el acto. En este ritual participan todos los miembros de la familia, incluidos los niños. Una vez los miembros hayan sido amputados, se realiza un collar con los dedos y se pone alrededor del cuello del fallecido, que será enterrado con ellos.
|